martes, 24 de junio de 2014

Bizcocho de Queso Quark

¿Qué hacéis vosotros cuando una situación os sobrepasa? Yo cocino, cocino como una loca, para un ejército. Eso sí, ni pizca de apetito... que engorde otro XD

Hoy nos hemos encerrado en la cocina, mi ansiedad, mi mini-pinche y yo, con un montón de cosas en la nevera a punto de pasarse, entre otras, medio kilo de queso quark, así que es la ocasión ideal para probar a prepara este bizcocho tan... diferente.

Tenía mis dudas respecto a la textura de éste dulce, pero me ha convencido rotundamente. Si os animáis, me entenderéis a la perfección.

Vamos con la receta, y luego las conclusiones :-P

Ingredientes:
  • 500gr de Queso Quark
  • 4 huevos
  • 210gr de harina
  • 240gr de azúcar
  • 1 cucharadita de café de canela en polvo
  • 1/2 cucharadita de café de azúcar avainillado
  • 1 sobre de levadura en polvo
  • 100ml de aceite de girasol
  • ralladura de un limón grande
Se precalienta el horno a 180º. Primero mezclamos el azúcar con la canela y el azúcar avainillado. Separamos las claras de huevo y batimos mientras vamos agregando poco a poco el azúcar, sin llegar a ponerlas a punto de nieve.




Después añadimos el queso quark, la ralladura de limón y mezclamos. Al no haber montado las claras, se puede mezclar tranquilamente con batidora, ya que no perderá la textura. Añadimos también el aceite, y las yemas (opcional).

Una vez tenemos una mezcla homogénea, es hora de tamizar la harina junto a la levadura en nuestra mezcla.



Untamos el molde con margarina o aceite y espolvoreamos azúcar glass o harina sobre la margarina. Volcamos la mezcla en el molde y horneamos 30 minutos aproximadamente.




Me encanta ver cómo crecen los bizcochos en el horno. Cada uno se entretiene con lo que puede ;-)






Bueno, éste es el resultado, no me negaréis que la pinta es espectacular. Eso sí, hasta mañana no puedo hablaros del sabor, pero por el olorcillo que hace la cocina... promete.






domingo, 24 de noviembre de 2013

Magdalenas de lavanda y limón

Cuantísimo tiempo sin entrar por aquí... y parece que todo sigue en su sitio.

Hoy, después de casi una semana de frío, frío y más frío, me he resignado a tener las manos azules y me he quitado los guantes para cocinar de nuevo cositas dulces.

Llevo tiempo experimentando con la lavanda en la cocina; he preparado panes, carnes, y alguna marranería más que no ha llegado a buen puerto, pero tenía ganas de probar con las magdalenas, y francamente, ha sido en mayor de los aciertos.

La lavanda tiene un sabor peculiar, bastante agradable pero... tiene un pero muy importante, nuestro cerebro se empeña en asociarla con antipolillas, matamosquitos, ambientadores, o colonia en el mejor de los casos. Está tan trillado como aroma que cada vez que abro el bote de flores secas, no puedo evitar recordar mis cajoneras de ropa de cuando era pequeña, llenitas hasta arriba de bolsitas de olor a lavanda.

Aún así me encanta. Y por fin he dado con la proporción y la receta apropiadas. (aunque pienso seguir experimentando).

Vamos con la receta...
Para una docena de magdalenas he utilizado:
  •  2 huevos 
  • 100gr de azúcar
  • 60gr de harina integral
  • cucharada sopera y media de maizena
  • media cucharadita de bicarbonato sódico
  • cucharadita de levadura en polvo
  • 4 gotas de aroma de limón (también se puede sustituir por ralladura de medio limón)
  • cucharadita de flores secas de lavanda
  • cucharada de leche (yo utilizo de avena, por cuestiones de intolerancia... y de sabor)
  • colorante violeta en gel opcional
La preparación es rápida y sencilla.

Primero se  precalienta el horno a 200º. A continuación se baten las claras con el azúcar (reservando una cucharada) y el aroma de limón. Cuando ya están a punto de nieve (o casi, no es necesario montarlas ya que las volveremos a batir), se le añaden las yemas, se mezcla, y poco a poco se va agregando la harina con la maizena, la levadura y el bicarbonato.

Una vez tenemos la mezcla, ponemos una cucharada sopera (o cucharada y media) en cada uno de los moldes de magdalenas. Yo utilizo de silicona, entre otras cosas, porque me gusta cómo se caramelizan las magdalenas con el contacto con ésta.

Con la masa sobrante (aproximadamente un tercio de ésta), haremos la "gracia" de la receta. Añadimos las flores y la cucharada de leche y de azúcar previamente apartado, así como el colorante si se desea, y batimos fuerte (con batidora eléctrica) para deshacer las flores.

Repartimos esta masa sobre la anterior y metemos los moldes al horno durante 15-20 minutos, a 180º.

Hemos de tener en cuenta que, la segunda parte de la mezcla es más densa y se irá al fondo del molde conforme se vayan cociendo las magdalenas, dejando el sabor repartido... y el color, en el caso de haber utilizado colorantes.

El resultado es espectacular en cuanto a sabor, es difícil imaginarlo con la faena que nos hace la memoria sensitiva con éste olor. Y la textura, caramelizada en los bordes y tierna en el centro, no tiene nada que envidiar a otras recetas de magdalena.


Lástima que la foto no le haga justicia al color violeta de la masa :-(
                       

Espero que os lancéis y lo disfrutéis tanto como yo, y si no, siempre podréis usar las flores para hacer saquitos de olor para la ropa :-P

domingo, 19 de mayo de 2013

Bizcocho genovés

He vuelto...

...pero no para quedarme.

Muchas idas y venidas tiene este blog, a ver si me centro y por lo menos encuentro una continuidad para las entradas. Bueno, al lío.

Hoy os traigo una receta fácil y muy versátil. Se trata del bizcocho genovés. La receta en sí es muy simple, y la única dificultad reside en haber encontrado el puntillo a montar claras a punto de nieve.

Así de simple,


  • 1 huevo.
  • 1 cucharada de azúcar.
  • 1 cucharada de harina.
Esto nos da total libertad para calcular raciones, o ajustarnos a "lo que hay en la nevera" ;-)

El modo de preparación también es sencillo. 

Primero montamos las claras, al ponerlas boca abajo no deben caerse del bol. Precalentamos el horno a 170º.


A continuación, añadimos el azúcar y batimos nuevamente. Luego las yemas, mezclando con cuidado de no "desmontar" lo montado. Y por último la harina tamizada, con movimientos lentos y envolventes. Verter la mezcla en el molde, previamente untado de margarina.

Listo para hornear :-)

Con 20 minutos a la misma temperatura de precalentado será más que suficuente. Dependiendo de la cantidad de huevo, quizá convenga dejarlo menos tiempo. Para que os hagáis una idea, para 3 huevos, con 15 minutos obtuve este resultado... delicioso.


 Podemos acompañarlo de cualquier cosa, antes o después de hornearlo. Os daré un par de ideas sabrosísimas, pero hay un sin fin de posibilidades.

La semana pasada celebramos un cumpleaños en la familia, y fué mi primera incursión al maravilloso bizcocho genovés. En aquella ocasión lo rellené de compota casera de níspero, una fina capa de crema de almendras, y lo cubrí con chocolate con leche fundido... espectacular mezcla.

Este, en cambio, pretendía ser un humilde bizcochillo de acompañamiento del café, sencillo y ligero. Para éste, utilicé frutas rojas en conserva. Puestas en el fondo del molde antes de la mezcla, y unas gotas del jugo sobre la masa aún cruda. Al hornear, las gotas irán dejando líneas de colores a su paso, y con ellas, el saborcito a fruta.

El resultado, aunque no lo podáis saborear, salta a la vista. Ligero y esponjoso.


Os invito a experimentar con distintas mezclas como frutos secos, miel, cualquier fruta, fresca o en conserva, y por supuesto con los clásicos; chocolate, nata, crema... O cómo no, sólo ;-)

Un beso. Hasta pronto!

lunes, 1 de abril de 2013

Tarta de limón y merengue

Buenas, de nuevo :-)

Como la economía anda como anda para algunos, este año la mayoría de mis regalos estás siendo "hecho a mano". Es una medida que hemos tomado muchos, por lo que leo por el metaverso, y como ando falta de tiempo y cocinar me relaja mucho, un porcentaje alto de esos regalos son ricos perecederos :-P

Bueno, que el día del padre era una buena ocasión para ponerse manos a la obra en la cocina y experimentar con nuevas recetas, por ejemplo, la tarta de limón y merengue. ¿Por qué esta tarta? Pues porque no es el típico bizcocho y porque debe ser cosa de familia que a mi padre le pirra el merengue. Igual que a mi iaio Paco, al que recordamos con mucho cariño mientras probábamos mi experimento culinario.

Porción de tarta

Bueno, batallitas a parte, vamos con la receta. Consta de tres partes; la masa quebrada, la crema de limón (es pecadoooooo) y el merengue. Vamos una por una.

Ingredientes para la masa:


  • 1 huevo.
  • 250gr de harina. Con la integral siempre conseguiremos ese toque tosco de lo "casero".
  • 175gr de mantequilla. Yo usé margarina.
  • Medio vaso de leche. Se puede utilizar leche de soja y también queda muy rica.
  • Pellizco de sal.
  • Pellizco de canela o nuez moscada, opcional.
  • Una cucharada sopera de crema de almendras. También es opcional. La podéis encontrar en cualquier supermercado y es un vicio hipercalórico que ¡¡huele a mazapán!!

Ingredientes para la crema:


  • 100gr de mantequilla.
  • 200ml de agua.
  • 250 de azúcar.
  • 4 limones.
  • 70gr de maizena.
  • 4 yemas de huevo. Las claras correspondientes las usaremos para el merengue. Aquí no se tira ¡NADA!

Ingredientes para el merengue:

  • 4 claras de huevo.
  • 100gr de azúcar glas.

Ingredientes adicionales:

  • almendra crocante.
  • legumbres para que la masa no crezca.
  • yema de huevo y un poco de leche para pintar la masa.


Comenzamos con la masa

Este tipo de masa se puede preparar con mucha antelación, incluso congelas o comprar ya preparada en cualquier supermercado. Pero resulta tan fácil de hacer, y tan "personalizable" que vale la pena intentarlo.

Ponemos la harina en un bol o sobre una superficie limpia y seca, formando una montaña. En el centro hacemos un agujero y colocamos el resto de ingredientes. Recomiendo poner primero los secos y luego los líquidos. Se amasa bien hasta que quede homogéneo y no se pegue a las manos. Tapamos el bol o envolvemos la pelota de masa con un film transparente y la dejamos reposar en la nevera mínimo una hora.

Una vez reposada debería resultar mucho más fácil darle forma. Extendemos la masa sobre una mesa previamente enharinada o espolvoreada con azúcar glas. Le damos un grosor de 3mm aprox y la ponemos sobre el molde, untado de mantequilla o forrado con papel de horno. Pinchamos la masa y la cubrimos de papel de aluminio. Esparcimos las legumbres por encima cubriendo toda la superficie y la horneamos a 190º durante 20 minutos.

Destapamos la masa, pintamos con huevo y leche y volvemos a hornear, como unos 10 minutos para que se dore. Controlad que no se queme. Dejad que se enfríe.

Vamos con la crema

Crema de limón

Exprimimos los limones y mezclamos el zumo con el agua. Reservamos la tercera parte. Ponemos a calentar en un cazo los dos tercios con la mantequilla y el azúcar. Removemos constantemente para que no se pegue el azúcar. Una vez disuelta la mezcla, en el tercio restante, disolvemos la maizena y lo añadimos al cazo. Llevamos a ebullición removiendo para que no se hagan grumos. 

Una vez ha hervido, retiramos del fuego y le añadimos las 4 yemas. Podéis colarlo para aseguraros que no quede ni un sólo grumo. Cuando esté a temperatura ambiente, la extendemos sobre la masa.

Para añadirle un poquito de textura, podéis espolvorear almendra crocante sobre la crema, separando así la textura cremosa de la misma del merengue.

Por último, vamos con el merengue

MerengueBatimos las claras a punto de nieve y después vamos añadiendo el azúcar glas poco a poco mientras seguimos batiendo. cuando empiecen a salir piquitos, el merengue estará listo.

Lo metemos en una manga pastelera y vamos formando pequeñas montañitas por toda la superficie de la tarta. Como círculos concéntricos de montañitas. Aunque para gustos los colores. También podéis probar otras formas, siempre que no quede muy alto.


Horneamos la tarta a 90º durante 45 minutos, para que se endurezca el merengue. Si os gusta tostado, podéis poner el grill una vez endurecido.

Dejamos enfriar y LISTO PARA PECAR.

La receta causó sensación, y aunque había más de un contrario al merengue, con el contraste del limón, al final no sobró nada :-P


Tarta de limón y merengue



miércoles, 13 de marzo de 2013

Nuevas recetas, y yo con estos pelos!!

Hoy, en clase, he estado enseñando a mis "niños" el maravilloso mundo de los blogs, y ¿cómo no? he usado también este como ejemplo. Que si no me lo digo yo... no va a venir mi abuela a decirme lo bonico que está quedando, jeje.

El caso es que parece que la idea les ha gustado, no sólo éste blog (que para gustos, colores), sino la idea de crearse uno propio... ¡¡¡MISIÓN CUMPLIDA!!! y uno de ellos me ha preguntado si podría darle la receta de las toñas. Como ya es la segunda persona en menos de una semana que me lo dice, que no me olvido del reto de Mavi ;-P será cuestión de hacerles caso y ponernos manos a la obra. Esta pascua voy a repartir toñas a base de bien :-D

Por otra parte, se acerca el día del padre, y estaba pensando en preparar una tarta de merengue de limón (ahí es na'), que me ha dicho un pajarito que le gustan mucho a mi señor padre. Y ¿qué mejor regalo que algo dulce y hecho con amor?

 Me quedé con las ganas de hacer una tarta Sacher para el cumple de mi madre, pero nos quitamos el antojo con una riquísima de la pastelería Damas de Alicante. Eso sí, para el día de la madre no se me escapa la oportunidad de tener, no sólo la intención, sino también el detalle.

Ay, hoy tengo el día dulce. Será cuestión de sacarle provecho :-)

sábado, 2 de marzo de 2013

Magdalenas de pasas

Volvemos...

Tengo un "griposo" en casa, y no hay nada mejor que unos mimos culinarios para subir el ánimo y mejorar pronto. Así que hoy nos hemos dedicado a preparar magdalenas de pasas.

¿Por qué éstas con la de variantes dulces que hay? Pues porque nuestro "griposo" no es muy goloso (o eso dice), y estas son menos empalagosas que sus amigas azucaradas.

Vamos con la receta:

Ingredientes para 12 moldes:

240 gr de harina integral.
40 gr de coco rallado.
150 gr de pasas.
1 huevo.
Una cucharada y media pequeña de levadura.
Media cucharada pequeña de bicarbonato sódico.
Una pizca de vainilla azucarada.
Una pizca de sal.
Cuatro gotas de aroma de naranja amarga. (se puede usar una cucharadita de café de mermelada o una cucharada de ralladura de piel de naranja.
Una cucharada de azúcar moreno.
Una cucharada de aceite de oliva.
200 ml de zumo de naranja o parecido. (es importante que sea zumo y no néctar, que es más dulce).
Margarina para untar.

Precalentamos el horno a 180º y untamos los moldes. En esta receta los moldes de silicona son la mejor opción, ya que no se pegará nada esta masa.

Mezclamos la harina, el coco, el bicarbonato, la levadura, las pasas y la sal. Y por otra parte, en un bol más pequeño, batimos el huevo con la cucharada de azúcar moreno, la vainilla, el aroma y el aceite. Se bate bien hasta que claree y se vierte sobre la harina.

Mezclamos bien los ingredientes secos con el huevo, con cuidado de no dejar muchos grumos, ya que con las pasa es más difícil de mezclar, y vamos añadiendo el zumo para que vaya ligando bien. La cantidad de zumo puede variar si veis qu ese queda demasiado líquido o demasiado seco. La consistencia ideal es que no gotee, pero que no se pueda moldear con las manos.

Ponemos masa sin llenar por completo el molde, que, aunque esta receta no sube mucho, deberíamos dejar un margen de un dedo aproximadamente, por si acaso.

Hornear 20 minutos, aprox. Estar pendientes a los 15 minutos y luego sólo dejad que se doren un poco por arriba. Al ser una receta más bien seca, se hacen pronto, pero les cuesta coger color.

Aquí tenéis el resultado.


Parece que al enfermito de la casa le han gustado bastante, ya que para cuando he querido hacer la foto ya sólo quedaban la mitad.

Se puede acompañar con cualquier bebida, ya que al no tener un sabor ni muy fuerte ni muy dulce, no desprestigia nada. Yo me voy a tomar una con una cervecita tostada...

Pasas y cerveza bruna, OS LO RECOMIENDO!!!

domingo, 3 de febrero de 2013

Tarta de chocolate y queso con fresas (Tarta Julia)






Muy buenos días!!

Por fin, Julia tuvo ayer su fiesta, y fue preciosa, a juego con la homenajeada :-) La temática de la fiesta eran cuatro colores, muy alegres que además son los de la habitación de la pequeña. Naranja, verde, rosa y violeta. Así que la tarta no podía ser menos :-P y se vistió de lunares de todos estos colores.

Os contaría mogollón de cosas de la fiesta, y de las florecillas que por allí correteaban, de hecho, llenaría el blog de fotos de las nenas y nenes que alegraban la reunión... pero como no puedo poner la receta para hacerlos y que podáis tenerlos por casa (que todos sabéis cuál es :-P), me limitaré a hablar de cocina.




Vamos allá!!

Comenzamos por el bizcocho. Voy a poner las cantidades para una tarta normal (molde de 25cm de diámetro), aunque en este caso, para esta tarta, en el bizcocho he usado justo el doble.

  • 150gr de azúcar.
  • 150gr de chocolate negro (utilicé Dolca de Nestlé, que a pesar de ser negro, no es amargo).
  • 150gr de mantequilla (utilizo margarina siempre en su lugar).
  • 120gr de harina (con integral quedará una textura más tosca, que no tiene por qué ser malo. Yo utilicé mitad y mitad).
  • 4 huevos.
  • 1 cucharada pequeña de levadura en polvo (dependiendo de cuanto quieras que suba al hornear puedes poner hasta una cucharada sopera, por ejemplo, si lo vas a servir como bizcocho en lugar de rellenarlo).
Primero derretiremos el chocolate con la mantequilla, puede hacerse en el microhondas, a penas 10-15 segundos, pero como mejor se queda es al baño maría. Removemos bien para que vayan ligando en una crema de color homogéneo.

A continuación mezclaremos las yemas con la mitad del azúcar. Hemos de batirlas bien, hasta que las yemas empiecen a clarear y aparezca espumita. Le añadiremos poco a poco el chocolate con la mantequilla.


Añadiremos también a esta mezcla la harina con la levadura, y con esto ya tendríamos una masa normal de bizcocho, peeeeeero, ahora vamos a añadirle el punto de suavidad ^^

Batiremos bien las claras con el azúcar restante, a punto de nieve, y si resistís sin comeros el merengue, se lo vamos añadiendo a la masa, con mucho cuidado, haciendo movimientos envolventes para no romper la textura de nieve.


Y con esto ya tendremos lista la masa del bizcocho para hornear. El horno debe precalentarse a 180º, y con esta misma temperatura hornearemos el bizcocho durante 10 minutos. También podéis ponerlo a 200º, reduciendo el tiempo hasta ver una pequeña costrita sobre el bizcocho. Parecida a la que se encuentra en las magdalenas con azúcar espolvoreado. Depende de si os gusta o no que esté crujiente, o si, como ya dije antes, va a ser sólo un bizcocho (acabado ideal) o vais a rellenarlo (mejor que sea homogéneo).
Estos 10 minutos son para un golpe de calor inicial, pero no son suficientes para que se cueza por completo. Ahora bajaremos el horno a 160º - 150º y dejaremos otros 10 minutos más. No os confiéis e id haciendo la prueba del palillo (pinchad el bizcocho, si se pega y/o sale con restos es que aún no está. Ha de salir seco).


Una vez está horneado, hemos de dejarlo enfriar bien, y cuando esté a temperatura ambiente lo cortaremos por la mitad y dejaremos embeber con almíbar, algún licor suave o, en este caso, con jarabe de flor de sauco, que compré en Ikea y que me ha dado muuuucho juego para repostería. Si vais a acompañarlo con mermelada, os recomiendo un almibar suave, para que no empalague tanto dulce, o un licor. Como el relleno de esta tarta es básicamente queso, podemos embeberlo con algo más dulce, ya que no desvirtuará otros sabores.





Una vez haya absorbido el almíbar, le daremos una capita de chocolate untable. Yo utilicé Philadelphia con Milka, que no es muy dulce. Esto lo hacemos, no sólo por aportarle más sabor, sino para que haga de capa impermeable y que el bizcocho no absorba el relleno de queso que pondremos a continuación.

Así que, vamos con el relleno:

Estas cantidades son para un molde de 25cm de diámetro. Utilicé las mismas para la súper tarta para 40 personas, ya que se trata de un relleno en este caso, no de la parte principal del pastel.

  • 1kg de fresas.
  • 400gr de queso de untar.
  • 400gr de nata.
  • 8 hojas de gelatina.
  • 175gr de azúcar glas.
  • zumo de 1 limón pequeño.
  • 2 cucharaditas de espesante para nata (esto es opcional, sólo le dará consistencia más rápido).
Lavamos y cortamos las fresas en daditos y las colocamos sobre la mitad del bizcocho, dentro del molde. Ponemos la gelatina a remojo en agua a temperatura ambiente. Mientras se reblandece la gelatina, mezclamos en un cuenco el queso, el azúcar y el zumo de limón. Y por otra parte montaremos la nata y le añadiremos el espesante disuelto en tres cucharadas de agua. Añadimos la nata a la mezcla de queso.





Diluiremos en un cazo pequeño la gelatina bien escurrida en 4 cucharadas de agua a fuego lento, y se la añadiremos a nuestra mezcla de queso y nata. La volcaremos sobre las fresas, pondremos la tapa del bizcocho con cuidado y dejaremos enfriar en la nevera una horita para asegurarnos de una buena consistencia. Y ya estará lista para decorar.

Para la decoración empleé fondant y colorantes alimentarios en gel. Como la fiesta tenía unos colores muy concretos, la tarta no podía ser menos, así que ahí van los resultados. El proceso del fondant es sencillo (aunque pesado), amasar, colorear, amasar, aplanar, cortar... Para que se adhiriese bien, antes de ponerle encima el fondant, le apliqué al bizcocho una fina capa de miel derretida en el microhondas (unos 5 segundos).

Espero que os guste. Parece que a los comensales no les decepcionó :-)