Esta semana empieza una nueva etapa bloggera para la menda lerenda, y tengo que agradecérselo a Julia, por bonita y por tener una mamá tan maravillosa que se fía de mí para hacerle ni más ni menos que su primera tarta de cumpleaños... Bueno, y a mi pinche Héctor, que me anima a cocinar y sobre todo a disfrutar haciéndolo.
Desde que era un retaco me ha gustado el mundo de la repostería, y aunque he trabajado casi tres años como obradora, no me he sentido del todo realizada en este aspecto.
"Mamá, papá, quiero ser bailarina y pastelera."
Y como lo primero no pudo ser (y no porque no lo intentase), pues vamos a por las tartas. No es que sea muy golosa, ni que me apasione pasarme el día metida en la cocina. Mi profesión, la que me da de comer, es bien distinta a los fogones y la manga pastelera. Pero sí tienen una cosa en común, una que en mi opinión es la más importante, LA CREATIVIDAD.
Comemos con los ojos, eso es innegable, desde un plato de macarrones, hasta el muchachuelo de la parada de autobús :P Así que, sin olvidarnos del sabor, que de hecho es un factor a tener muy en cuenta en el proceso creativo, voy a intentar que todas y cada una de las creaciones que os vaya presentando os entren por los ojos, para poquito a poquito colarme también en las papilas gustativas, el olfato, el tacto y el "mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm"...
Espero que disfrutéis tanto como yo. Id precalentando el horno :D
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